HISTORI@S DE VID@...

...L@ IDENTID@D NO SE NEGOCI@...

16 de febrero de 2010

MARCELA BUSCA A SU HIJO....

CARTA A MI HIJO


Hijo te busco soy tu mamá.

Hace 26 años, el 15 de diciembre de 1983 a las 11,15 hs naciste, en el baño de mi casa.

Te tuve apenas 5 hs en mi pecho y fui obligada a dejarte. Tenía apenas14 años y no supe luchar por vos, por miedo o por ignorancia.
Lo que tu puedes saber, -si es que te lo contaron-, es que fuiste abandonado en un terreno baldío. Que te encontró una adolescente con su perro, (esa soy yo); y que te llevaron al hospital Coronel Olavarría, (el hospital de Olavarría, la ciudad en donde naciste) el mismo día de tu nacimiento.

Pesaste 3 Kg. y tenías la tez blanca y ojitos claros como yo. Te derivaron a Azul y tomó intervención el Juzgado de menores. Me informaron que te dieron en adopción a una familia de campo de la zona, pero no se si es cierto.
Lo único que me quedo de ti mi niño es el nombre que te pusieron las enfermeras del hospital "Juan Sebastián" y el recorte periodístico de la época.
Si los datos coinciden con vos o con alguien que conozcas y tiene 26 años, por favor avísenle que su mamá lo busca; no para ocupar el lugar que por gracia de Dios ya ocupa su mamá adoptiva, sino para decirle que nunca se alejó de mi corazón, que no fue abandonado en un terreno baldío; en mis brazos lo llevé al hospital y allí lo dejé pensando que alejándolo de la violencia en la que yo vivía, sería feliz; sin pensar que esa decisión quebraría mi alma para siempre.

Me llamo Marcela, tengo 41 años y dos hijos más, Pablo de 20 y Agustina de 19.

Espero y ruego a Dios quieras conocernos y permitirme estrecharte en mis brazos como aquel día en el que naciste.

Te busco hijo, te espero y respeto tus tiempos, pero por sobre todo quiero que sepas que TE AMO.

Esta es la carta que le he escrito a Juan Sebastián, y que comparto con todos ustedes, y en especial con todas aquellas madres que por distintos motivos no conocen a sus hijos.

Es más grande el dolor de no saber de donde venís ni quién sos que el propio abandono. Porque el último no tiene vuelta pero el primero puede y debe recibir la luz de la verdad para poder sanar ambos.



No digo esto por no conocer el sufrimiento, soy hija adoptiva desde mis 5 años y gracias a Dios he comprendido que equivocar nos equivocamos todos, pero perdonar solo pocos. Tal vez la lección que he recibido a sido muy dura, pero necesaria.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Ah otra cosa que se es que me entregaron a las 6 horas de haber nacido...

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